CAUSAS Y CONSECUENCIAS

- Alto consumo de energía proyectado en el transporte terrestre
El análisis inicial estimó que, para el año 2030, el sector transporte terrestre podría llegar a consumir cerca de 528 000 terajulios (TJ) de energía. Esta cifra refleja la baja eficiencia de la flota actual y la necesidad urgente de tomar medidas para evitar que el consumo siga creciendo sin control.
- Baja eficiencia en la conducción por falta de formación
Muchos conductores profesionales no cuentan con una capacitación adecuada, lo que lleva a prácticas de manejo poco eficientes como aceleraciones innecesarias o frenadas bruscas. Esto incrementa el consumo de combustible. Por eso se creó el Programa Nacional de Capacitación en Conducción Eficiente, que busca promover buenas prácticas al volante.
- Congestión vehicular
Exceso de vehículos en circulación disminuye la eficiencia del transporte público, debido a que emiten grandes cantidad de CO2, los cuales generan o provocan que los gases de efecto invernadero aumentan a proporciones descontroladas y esto genere cambios negativos en el medio ambiente.
- Importantes ahorros económicos
Si se aplican los programas de eficiencia energética, se podrían ahorrar hasta 5 291 millones de dólares en diez años, con una inversión estimada de solo 673 millones. Esto demuestra una excelente relación entre costo y beneficio.
- Menor demanda de energía y reducción de emisiones
Gracias a medidas como la renovación de vehículos, la conducción eficiente y la mejora de rutas, se puede evitar que la demanda de energía aumente. En lugar de seguir la proyección inicial, el consumo se mantendría estable, lo que también significa menos emisiones de CO₂ y otros contaminantes.
- Disminución de la contaminación


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